Mensaje a todos los chilenos y chilenas:
La Marihuana no es saludable
Como sociedades médicas y representantes del mundo científico consideramos un deber precisar confusiones de las que hemos sido testigos en el debate público y legislativo respecto de los posibles beneficios terapéuticos de la Marihuana.
A saber,
Nos parece que la atención prestada a los potenciales efectos terapéuticos de la Marihuana crea en la ciudadanía la percepción de que su consumo puede ser saludable. Es importante aclarar que la evidencia disponible sobre los usos terapéuticos de la Marihuana es insuficiente, lo que contrasta con la vasta evidencia científica sobre sus efectos perjudiciales.
Estamos evidenciando que se presenta erróneamente a la Marihuana en sus variadas formas, como un tratamiento validado científicamente para múltiples indicaciones – como por ejemplo la epilepsia refractaria- y que incluso resolvería las necesidades de pacientes con enfermedades terminales.
Debido a nuestra comprensión del dolor de las personas que padecen estas enfermedades y del sufrimiento de sus familiares, es que debemos ser muy serios al presentar la información respecto a los resultados terapéuticos de cualquier sustancia, para evitar generar expectativas poco realistas respecto de su efectividad.
El tratamiento del dolor crónico y de pacientes en etapa final de sus enfermedades, tienen alternativas farmacológicas muy superiores a los derivados de la Cannabis y a un costo muy inferior, situación que también se ha informado erróneamente a la opinión pública.
Los médicos clínicos en Chile estamos preocupados porque hoy en nuestras consultas vemos cómo algunos de nuestros pacientes – principalmente jóvenes – comienzan a auto prescribirse Marihuana para reemplazar los tratamientos con medicamentos probados. Una conducta que se observa especialmente en casos de pacientes con epilepsia o con problemas de salud mental. Y esto se debe, en gran medida, a la forma en que a través de los medios de comunicación se está informando sobre los efectos terapéuticos de la Cannabis.
Es nuestro deber por lo tanto, subrayar que actualmente no existe evidencia suficiente sobre la eficacia y seguridad de la Marihuana, que permita prescribirla de forma segura ni que fundamente su ingreso en el registro sanitario nacional.
En países donde se ha incorporado su uso medicinal como Canadá, la indicación de Cannabis no está aprobada por el Ministerio de Salud ni por las agencias reguladoras de medicamentos (instituciones que expresamente desaprueban su uso medicinal). Su autorización no se rigió por motivos científicos si no que por la presión de grupos pro cannábicos a través de los tribunales de justicia, lo que nos parece un grave error técnico.
No podemos permitir que ocurra una situación similar en nuestro país. El principio que debemos proteger, es que todos los fármacos que se incorporan al registro nacional de medicamentos deben cumplir con los procedimientos estandarizados de aprobación. Cualquier incorporación de fármacos por razones ajenas a la ciencia médica nos parece que pone en riesgo la salud de la población y es poco seria.
Ahora bien, considerando los resultados clínicos positivos a la fecha, nos parece prudente facilitar la investigación clínica con derivados de la planta Cannabis en nuestro país y permanecer atentos a los resultados que entreguen estos nuevos estudios. Podemos informar que actualmente existen estudios internacionales en curso bien diseñados y cuyos resultados debieran conocerse pronto. Esta nueva información aportará antecedentes relevantes para el proceso de evaluación científica del uso terapéutico de los derivados de Cannabis.
Por otra parte, hacemos un llamado para que el foco de los proyectos de ley que se formulen en el parlamento o desde el ejecutivo esté dirigido a mejorar el abordaje del problema de consumo de todas las drogas en nuestro país y a priorizar las necesidades de poblaciones vulnerables sociales, como también de niños y adolescentes, en especial aquellos que viven en situación de pobreza o que presentan problemas de salud mental. Debemos ser responsables con toda la población, porque cuando se privilegia legislar para el mundo adulto y se desconoce su efecto en la población infanto-juvenil, corremos el riesgo de que suceda lo que ocurre actualmente con el tabaco y con el alcohol, sustancias a las que lamentablemente los jóvenes tienen amplio acceso a pesar de las regulaciones implementadas.
Resulta por ende imperativo reiterar que el consumo de Marihuana en la adolescencia aumenta el riesgo de deserción escolar, de dependencia y de realizar un intento suicida, disminuye la capacidad cognitiva y el rendimiento académico, y con ello compromete severamente el desarrollo de nuestros jóvenes y por consiguiente del potencial humano de nuestro país.
Es fundamental comprender que el principal objetivo de las políticas públicas con foco en la salud, debe ser la disminución de la iniciación de nuevos consumidores y de la prevalencia de uso de todas las sustancias de abuso (lícitas e ilícitas).
Finalmente, queremos señalar que aspiramos a que los contenidos de esta Declaración se pongan a disposición de todos los chilenos y se consideren en cualquier modificación a las leyes y a las políticas que regulan las drogas en nuestro país.
- José Luis Castillo, Presidente Sociedad Chilena de Neurología Psiquiatría y Neurocirugía, SONEPSYN
- Viviana Venegas, Presidenta Sociedad Chilena de Neurología y Psiquiatría de Infancia y Adolescencia, SOPNIA
- Marco Guerrero, Presidente de la Sociedad de Anestesiología de Chile, SACH
- Hernán Sepúlveda, Presidente Sociedad Chilena de Pediatría, SOCHIPE
- Verónica Gaete, Presidenta Rama de Adolescencia, SOCHIPE
- Humberto Guajardo, Presidente de la Asociación Chilena de Facultades de Medicina, ASOFAMECH
- María Elena Alvarado, Escuela de Salud Pública, Universidad de Chile
- Rodolfo Armas, Presidente Academia de Medicina del Instituto de Chile
- Enrique Paris, Presidente Colegio Médico de Chile A.G